domingo, 17 de mayo de 2009

Nada más humano que el crimen (III)


Jacques Alain Miller

Lo insondable y lo insensato
Escuché en una supervisión el análisis de un futuro criminal –que se reveló después como tal– en el que aparecían algunos rasgos paranoicos, no demasiado fuertes. Algunos años después me enteré que este sujeto se volvió un criminal.
En este libro hay unas páginas muy interesantes sobre una mujer criminal interrogada públicamente por Jorge Chamorro, el caso Hortensia. Durante la presentación de enfermos, que duró una hora y media, nuestro colega logró demostrar que se trataba de una psicosis mientras que el diagnóstico inicial era de histeria. No voy a retomar en detalle esta entrevista, sino subrayar que ella tenía la certidumbre delirante desde los seis años, el presentimiento seguro de lo que iba a ocurrir.
Si ahora uno se pregunta qué sería un derecho inspirado por el psicoanálisis, por lo menos un derecho que no desconociera al psicoanálisis, se podría decir que sería un derecho que matizaría su creencia en la verdad. En Francia, cuando un testigo testimonia frente al tribunal debe jurar decir la verdad y solamente la verdad. Un derecho inspirado en el psicoanálisis tomaría en cuenta la distinción entre lo verdadero y lo real, que lo verdadero nunca logra a recubrir a lo real. La verdad es una función temporal y también de perspectiva. La verdad tiene agujeros. La verdad no es el reverso exacto de la mentira. El más verdadero de los estatutos de la verdad es la verdad mentirosa. Lo real mismo, cuando trata de decirse, miente.
Así, este derecho, decía, tomaría en consideración que tanto el discurso del derecho como el discurso del psicoanálisis es una red de semblantes. El derecho tomaría en cuenta la relativización de la verdad y tendría consciencia de ser una construcción social. Creo que los agentes del derecho tienen ya autoconciencia de vivir una construcción social.
Este derecho también tomaría en cuenta que el sujeto constituye una discontinuidad en la causalidad objetiva, que nunca se puede recomponer totalmente la causalidad objetiva de un acto subjetivo. Deberían saber hacer con la opacidad que resta, y que hay algo de insondable en una decisión subjetiva del delincuente y del criminal. Esa misma opacidad se encuentra en la decisión jurídica puesto que nunca es pura aplicación de los códigos jurídicos. La decisión jurídica tiene en su centro una decisión sin fundamento, ex-nihilo, algo de creacionismo y de insensato.
¿Qué sería de los jueces inspirados por el psicoanálisis o que no desconocieran sus lecciones? Pienso en esa frase de Lacan en la que decía que los únicos verdaderos ateos están en el Vaticano. Creo que significa que cuando uno maneja la "máquina", no solamente no necesita creer, sino que puede y no debe creer. Para poder servirse correctamente de la palabra Dios hay que saber prescindir de creer en él. Quizás los jueces, los abogados y los profesores de derecho son quienes mejor saben que no hay justicia. El derecho no es la justicia. Sería muy peligroso que crean en la justicia, en ellos sería un delirio creer en la justicia. Lacan a veces se quejaba de que los analistas no creían en el inconsciente, por lo menos para reclutarse.
A la justicia hay que dejarla divina, dejarla en las manos de Dios, para el momento del Juicio Final. Para nosotros, en la Tierra, basta el discurso del derecho.
Texto establecido por Silvia Elena Tendlarz.
1-
El martes 29 de abril de 2008 tuvo lugar la presentación del libro ¿A quién mata el asesino? Psicoanálisis y criminología, de Silvia Elena Tendlarz y Carlos Dante García en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. La presentación estuvo a cargo de Mariano Ciafardini (Profesor de Derecho Penal, Facultad de Derecho, UBA); Carlos A. Elbert (Profesor de Derecho Penal, Facultad de Derecho, UBA); Germán García (Psicoanalista, Director de Enseñanzas de la Fundación Descartes) y Jacques-Alain Miller (Psicoanalista, Director del Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de París VIII), con la coordinación de Jorge Chamorro.
2-
Freud S., Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1976, "Algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto", 1925.
3-
De Maistre J., Les Soirées de Saint-Pètersbourg, Paris, Robert Laffont, Bouquins, 2007, pp. 455-775.
4-
Epître de Saint Jean 1 Jo3.15, Apocalypse: Apoc 21.8 et Apoc 22.15.
5-
De Maistre J., Èclaircissementes sur les sacrifices, Paris, Robert Laffont, Bouquins, 2007, pp. 805-828.

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