Trabajo presentado en la última Jornada del Vel : " Machismo-feminismo, el género en cuestión"
En este breve escrito me propongo presentar algunas notas para una aproximación a lo trans que pueda ser sostenida psicoanalíticamente. Parto de la siguiente pregunta: ¿Como podría posicionarse un psicoanálisis de orientación lacaniana frente a las llamadas diversidades sexuales? Si no se trata de dar una respuesta acabada, vale la pregunta para apuntar algunas notas.
En este breve escrito me propongo presentar algunas notas para una aproximación a lo trans que pueda ser sostenida psicoanalíticamente. Parto de la siguiente pregunta: ¿Como podría posicionarse un psicoanálisis de orientación lacaniana frente a las llamadas diversidades sexuales? Si no se trata de dar una respuesta acabada, vale la pregunta para apuntar algunas notas.
Acordaríamos rápidamente
en que una posición psicoanalítica es aquella que pueda “acoger todo como si nada estuviera por otra parte establecido.” (LACAN,
1973 p.10). Se sostendría así partiendo de la posibilidad de renunciar a
reconocer en lo nuevo, lo preconcebido. De suspender el “para todos” poniendo
en su lugar la posibilidad del uno por uno. Es desde este principio
metodológico, ético y clínico desde el cual el psicoanálisis pueda tal vez
contribuir al estudio de estos nuevos modos de gozar de un cuerpo.
En este sentido, tomo lo
advertido por Néstor Yellati (2013) en su artículo “Transexuales” cuando
propone suspender el diagnóstico de psicosis a todo/a transexual y subraya la
importancia para un psicoanalista de reconocer sus prejuicios. En este sentido
afirma que la
contratransferencia que “suscita la
demanda de transformación del cuerpo puede ser causada por un prejuicio actual”
y agrega, “que el diagnóstico, esa herramienta magnífica, puede en ocasiones
estar al servicio de ese mismo prejuicio.”
Si el diagnóstico deja de
ser una cuestión (questiao – pregunta) preliminar
y pasa a ser un dato de inicio, no sólo es desechada la enseñanza de Lacan para
todo tratamiento posible, sino también la ruptura epistemológica que está en el
origen mismo del psicoanálisis. Esto es, si para inventar el inconsciente fue
necesario que Freud afrentara a la humanidad toda dando por tierra la
supremacía de la lógica racional (FREUD, 1917), instrumentar las herramientas
diagnósticas como modo de objetivación sería, por lo menos, un acto
anti-psicoanalítico en la medida en que se pondría en juego la pretensión de objetividad de la
ciencia positiva en el sentido de volver universalmente reproducible y
comunicable la experiencia de quien conoce.
En la práctica
psicoanalítica, por el contrario, se habilita la posibilidad de encuentro con
la singularidad que necesariamente ha de darse en relación a la suspensión del
saber. Para citar a Lacan, lo que el analista debe saber es justamente, ignorar
lo que sabe (LACAN, J., 2005). Sólo en esta suspensión del saber podrá hacerse
lugar a lo inesperado, a lo que por fuerza no puede saberse de antemano ni
puede objetivarse con categoría alguna.
Pues bien, suspendido
entonces el saber, ¿de dónde partimos? “Partimos
de lo que nos brinda el discurso analítico, a saber, el inconsciente”
(LACAN, 2006). Esta anotación de la que puede decirse que es obvia, acredita su
importancia en relación a la nueva Ley de Identidad de Género que, como
corresponde al discurso jurídico se dirige y toma por objeto al sujeto de
conciencia. En este sentido resulta interesante lo planteado por Silvia
Tendlarz quien reconociendo el avance legal que “aloja aquello que se presenta como
diferente, lo destierra de la marginalidad y otorga nuevas libertades”
(TENDLARZ, 2015) agrega, aun… que el
goce involucrado en la sexuación no puede, por definición, ser del todo
absorbido por ninguna ley. A poco de andar de dicha ley incluso, algunos/as
trans han manifestado que optar por femenino o masculino no es suficiente,
proponiendo la posibilidad de que lo trans aparezca como alternativa en los
documentos de identidad (FERNÁNDEZ, 2015).
Respecto de la identidad
y del género, como lo señala Mónica Torres (2013), no se trata ya de conceptos
psicoanalíticos, lo que el psicoanálisis aporta es el concepto de sexuación. En
este punto, si se persiste en el desafío de abordar estas cuestiones desde el
psicoanálisis no debería perderse de vista la dimensión de la sexuación como ha
sido formulada por Lacan en tanto no hay
proporción. Sostener el principio por el que no hay más bricolage
que el que cada sujeto se inventa (ANSERMET, 2014) habilita una apertura donde
lo trans pueda ser alojado en un abordaje psicoanalítico, a condición
que éste no se proponga como garante de un orden moral (FAJNWAKS, 2013).
A modo de cierre, estas
breves notas que prometían no dar respuesta, abren a cambio varias preguntas. Hasta
aquí dejo entonces apuntado, para un estudio psicoanalítico de las
singularidades sexuales:
Suspender el diagnóstico
de psicosis a todo/a transexual ¿Qué prejuicios actuales es necesario revisar
en el análisis de lo contratransferencial suscitado frente a lo trans?
Sostener un abordaje no
patologizante que ponga en valor la dimensión inconsciente de la sexuación que
por fuerza excede cualquier intento de captura simbólica… ¿Es posible pensar lo
trans sin maldecirlo?
Mantener la actitud
psicoanalítica que habilita la posibilidad de encuentro con la singularidad.
¿Podría pensarse lo trans como singularidad sexual?
Partir del inconsciente.
¿Qué puede aportar el psicoanálisis a la problemática de la identidad? ¿Es
posible una apertura de la disciplina que permita abordar estos temas?
Interrogar las fórmulas
de la sexuación a fin de no traicionar la posición psicoanalítica de no
ofrecerse como garante de un orden moral.
Partir de lo que
conmueve, desacomoda, perturba, desquicia (FERNÁNDEZ, PERES, 2013). ¿Puede ser
conmovida la estructura teórica para pensar lo trans? Si “el psicoanálisis fue llevado a abordar lo que fue la modernidad
(…) que está cambiando a ojos vistas”
(MILLER, 2013, p. 24) pensar aquí
propone el desafío de descubrir nuevos modos posibles de vivir (DELEUZE, 1993).
Es de esperar que un psicoanálisis de orientación lacaniana pueda recoger el
guante.
Referencias.
- Ansermet, F. (2014) “Elegir el
propio sexo: Usos contemporáneos de la diferencia sexual” en Revista Virtualia, N° 29, http://virtualia.eol.org.ar
- Deleuze, G. (1993) Nietzche y la filosofía, Barcelona,
Anagrama.
- Fajnwaks, F. (2013) “Leyes trasgénreo y
teorías queer: ¿el fin de la castración?” en Torres, M.
Schnitzer, G., Antuña, A. y Peidro, S. (comps.), Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación, Grama, Buenos Aires.
-Fernández, A. M. (2015) "Amores diversos: saberes, poderes y placeres" en
Gonzalvez, H. (comp) Familias, cuidados y
migración, Santiago de chile,
Editorial de la Universidad Alberto Hurtado.
- Fernández, A. M. y Péres, W.
(edit) (2013) La diferencia desquiciada.
Géneros y diversidades sexuales, Buenos Aires, Biblos.
- Freud, S. (1917) “Una
dificultad del psicoanálisis” en Obras
completas, Vol. XVII, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1989.
- Lacan (1973) “Introducción a la edición alemana
de un primer volumen de los escritos” Traducción de Rodríguez Ponte, R.
18-04-2010.
(2005) “Variantes de la
cura-tipo” en Escritos 1, Buenos
Aires, Siglo XXI Editores Argentina.
(2006): El seminario de Jacques Lacan, libro 20
“Aun”, Buenos Aires, Paidós.
-
Miller, J (2013) Piezas sueltas,
Buenos Aires, Paidós
- Tendlarz, S. E. (2015): “Trans en
Argentina. La ley de identidad de género. Crónicas porteñas” en Lacan Cotidiano, N° 392 recuperado el
05-05-2015 de: http://www.eol.org.ar/la_escuela/Destacados/Lacan-Quotidien/LC-cero-392.pdf
- Torres, M. (2013) “Singularidades”
en Torres, M. Schnitzer, G., Antuña, A. y Peidro, S.
(comps.), Transformaciones. Ley,
diversidad, sexuación, Grama, Buenos Aires.
- Yellati,
N. (2013) “Transexualismo” texto presentado en el VI Encuentro Americano de
Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana. Buenos Aires, noviembre de 2013.
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