“Los muchachos no
lloran”
Gabriela Triveño
Es
el nombre de una película dirigida por Kimberly Peirce en 1999 (“Boys don’t cry”) basada en la historia
de Teena Brandon, una muchacha que nació en Lincoln, Nebraska y cuya familia la
describía como una “tomboy”
(marimacho). Desde la adolescencia Teena salía con mujeres y luego de mudarse a
otra ciudad, comenzó a vestirse y comportarse como un hombre, poniendo su
apellido como nombre: Brandon. Logrando hacerse pasar por un hombre encuentra
amistades y una novia. Dentro del círculo de amigos, estaban dos exconvictos,
uno de ellos había sido novio de la actual novia de Brandon y cuando salió a la
luz que Brandon era anatómicamente mujer, fue violada por ellos.
Se
hizo la denuncia de violación, sin embargo, la policía se centró más en el
hecho de que Brandon era mujer pero lucía como varón y no levantaron cargos
sobre sus agresores, quienes al enterarse de la denuncia, buscaron y asesinaron
a Brandon.
Según
la organización TvT (Transrespeto versus transfobia en el mundo) desde el 2008
hasta el 2014 han sido asesinadas 1612 personas transgénero en 62 países, a la
cabeza están Brasil y Mexico, luego siguen Colombia, Honduras, EEUU y
Venezuela. Actualmente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está
documentando cada vez más casos de violencia contra personas lesbianas, gays,
bisexuales, trans e intersex (LGBTI) en América. Consideran que es una forma de
violencia de género impulsada por el deseo de castigar a los que desobedecen
las normas de género. Muchos actos de violencia se registraron contra personas
percibidas como gays, lesbianas o trans y otros tantos se registraron cuando se
dieron cuenta que lo eran, incluso llevados a cabo por la policía.
¿Cómo
se puede pensar esto desde el psicoanálisis? Hoy en día hay muchos casos
similares al caso de Brandon, quien es considerado transgénero o transexual desde
el discurso del género. Para el psicoanálisis el género tiene una dimensión de
semblante. En el Seminario 18, en el capítulo llamado “El hombre y la mujer”, Lacan
dice que Freud muestra que el funcionamiento del inconsciente no tiene nada de
biológico, que lo que estudia la biología no tiene nada que ver con lo que él
llama las relaciones entre el hombre y la mujer. Explica que la identidad de
género es el hombre y la mujer porque así se los nombra en el lenguaje. Se
reparten a los sujetos entre uno y otro y lo que es necesario percibir es que
lo que define al hombre es su relación con la mujer e inversamente.
Para
el hombre se trata de hacer de hombre, dar signos a la mujer de que se lo es y
que esto forma parte de la dimensión del semblante. En la película se ve
constantemente cómo Brandon buscaba estos signos para dar cuenta de su
masculinidad ante la gente y sobre todo ante su novia. Incluso se fabrica un pene
al estilo de una prótesis casera para simular excitación en el encuentro
sexual. En este seminario el falo es un semblante, puesto en el lugar donde la
relación sexual no puede escribirse.
El
título mismo de la película me hace pensar en el género como semblante, pues se
dice que los muchachos, los hombres no lloran. Y antes de este título la
directora tenía otro pensado que era: “take
it like a man” (tómalo como un hombre), ambos títulos me hacen pensar en un
tono irónico y sarcástico del género como semblante en tanto “parecer ser”.
Me
surgen entonces las preguntas ¿Qué ocurre entonces cuando el semblante falla? ¿Cómo
se puede llegar al punto en que su falla pueda producir violencia o incluso un
asesinato?
El
personaje de Brandon en la película es bastante exitoso al hacerse pasar como
varón, sostiene bien ese semblante pero se topa con un límite. Se sabe que es
mujer porque es arrestado por falsificar un cheque y cuando su novia le paga la
fianza, lo ve encerrado en la celda de las mujeres. En la película la novia
sigue con él, pero en la realidad, la novia hizo un juicio a los productores de
la película diciendo que no fue así, que una vez descubierta la verdadera
identidad de Brandon, ella no era más su pareja. Lacan también dice en este
Seminario que el semblante (simbólico e imaginario) se opone a lo real, en el caso
de Brandon esta oposición trae consecuencias.
Miller
en “Extimidad” dice que cuando se
trata de racismo y odio, lo que se odia en el Otro es en realidad el odio al
goce del Otro, a la manera particular en que el Otro goza. La segregación es el
rechazo a un goce que no se identifica como el propio o como cada uno
identifica como propio, se trata de un goce que es ajeno y que además es ignorado.
Por lo tanto, se trata de cancelar esa ajenidad mediante la segregación.
En
el texto para la ONU “El empoderamiento
de la mujer y el psicoanálisis” escrito por Patricio Álvarez como parte del
Comité de Acción Escuela Una, dice que la mujer es un misterio para el hombre y
para ella misma. Que con el concepto de sexuación, Lacan atribuye un goce
diferente para lo femenino y lo masculino (que no tiene que ver con la
anatomía). El goce fálico para lo masculino, que es cuantificable, localizado
en una parte del cuerpo, regido por una ley. Y el Otro goce, situado del lado
de lo femenino que es opaco, no decible, no cuantificable ni localizable. Lacan
dice que lo no entendible del goce es el principio de la segregación y que por
eso el misterio de la feminidad que encarna el Otro goce es rechazado en cada sociedad.
Y el texto dice: “Esta segregación está
el principio de la violencia de género, desde sus formas sociales disimuladas
hasta las formas criminales”.
La
segregación está presente entonces, en todo fenómeno de violencia, pero no toda
violencia de género implica segregación. Sin embargo, concluyo que los fenómenos
de violencia como el asesinato de Brandon son fenómenos de segregación y las
personas que los cometen les suponen, una vez que han fallado los semblantes
del género, un goce que les es ajeno, diferente al suyo y buscan cancelarlo
mediante la violencia. Dentro del discurso social, esto sería violencia de
género.
Bibliografía
- ALVAREZ,
Patricio “El empoderamiento de la
mujer y el psicoanálisis” el Comité de Acción Escuela Una, la AMP en
la ONU, 2015 (Inédito).
- García,
Carlos Dante "La violencia:
¡Qué locura!” En La violencia síntoma social de la época. Ondina María
Rodríguez Machado/Ernesto Derezensky (Orgs). Belo Horizonte,
Scriptum Livros, 2013.
- García,
Carlos Dante "Los géneros
lacanianos y los otros” (Inédito) 2015.
- LACAN,
Jacques (1971) “El Seminario XVIII: De
un discurso que no fuera del semblante” Paidós, Buenos Aires, 2003.
- MILLER,
Jacques-Alain “Extimidad”,
Paidós, Buenos aires, 2010.
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