miércoles, 3 de junio de 2015

Trabajo presentado en la mesa "Ficciones de la época" de la Jornada del VEL

“Los muchachos no lloran”
Gabriela Triveño
Es el nombre de una película dirigida por Kimberly Peirce en 1999 (“Boys don’t cry”) basada en la historia de Teena Brandon, una muchacha que nació en Lincoln, Nebraska y cuya familia la describía como una “tomboy” (marimacho). Desde la adolescencia Teena salía con mujeres y luego de mudarse a otra ciudad, comenzó a vestirse y comportarse como un hombre, poniendo su apellido como nombre: Brandon. Logrando hacerse pasar por un hombre encuentra amistades y una novia. Dentro del círculo de amigos, estaban dos exconvictos, uno de ellos había sido novio de la actual novia de Brandon y cuando salió a la luz que Brandon era anatómicamente mujer, fue violada por ellos.
Se hizo la denuncia de violación, sin embargo, la policía se centró más en el hecho de que Brandon era mujer pero lucía como varón y no levantaron cargos sobre sus agresores, quienes al enterarse de la denuncia, buscaron y asesinaron a Brandon.
Según la organización TvT (Transrespeto versus transfobia en el mundo) desde el 2008 hasta el 2014 han sido asesinadas 1612 personas transgénero en 62 países, a la cabeza están Brasil y Mexico, luego siguen Colombia, Honduras, EEUU y Venezuela. Actualmente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está documentando cada vez más casos de violencia contra personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI) en América. Consideran que es una forma de violencia de género impulsada por el deseo de castigar a los que desobedecen las normas de género. Muchos actos de violencia se registraron contra personas percibidas como gays, lesbianas o trans y otros tantos se registraron cuando se dieron cuenta que lo eran, incluso llevados a cabo por la policía.
¿Cómo se puede pensar esto desde el psicoanálisis? Hoy en día hay muchos casos similares al caso de Brandon, quien es considerado transgénero o transexual desde el discurso del género. Para el psicoanálisis el género tiene una dimensión de semblante. En el Seminario 18, en el capítulo llamado “El hombre y la mujer”, Lacan dice que Freud muestra que el funcionamiento del inconsciente no tiene nada de biológico, que lo que estudia la biología no tiene nada que ver con lo que él llama las relaciones entre el hombre y la mujer. Explica que la identidad de género es el hombre y la mujer porque así se los nombra en el lenguaje. Se reparten a los sujetos entre uno y otro y lo que es necesario percibir es que lo que define al hombre es su relación con la mujer e inversamente.
Para el hombre se trata de hacer de hombre, dar signos a la mujer de que se lo es y que esto forma parte de la dimensión del semblante. En la película se ve constantemente cómo Brandon buscaba estos signos para dar cuenta de su masculinidad ante la gente y sobre todo ante su novia. Incluso se fabrica un pene al estilo de una prótesis casera para simular excitación en el encuentro sexual. En este seminario el falo es un semblante, puesto en el lugar donde la relación sexual no puede escribirse.
El título mismo de la película me hace pensar en el género como semblante, pues se dice que los muchachos, los hombres no lloran. Y antes de este título la directora tenía otro pensado que era: “take it like a man” (tómalo como un hombre), ambos títulos me hacen pensar en un tono irónico y sarcástico del género como semblante en tanto “parecer ser”.
Me surgen entonces las preguntas ¿Qué ocurre entonces cuando el semblante falla? ¿Cómo se puede llegar al punto en que su falla pueda producir violencia o incluso un asesinato?
El personaje de Brandon en la película es bastante exitoso al hacerse pasar como varón, sostiene bien ese semblante pero se topa con un límite. Se sabe que es mujer porque es arrestado por falsificar un cheque y cuando su novia le paga la fianza, lo ve encerrado en la celda de las mujeres. En la película la novia sigue con él, pero en la realidad, la novia hizo un juicio a los productores de la película diciendo que no fue así, que una vez descubierta la verdadera identidad de Brandon, ella no era más su pareja. Lacan también dice en este Seminario que el semblante (simbólico e imaginario) se opone a lo real, en el caso de Brandon esta oposición trae consecuencias.
Miller en “Extimidad” dice que cuando se trata de racismo y odio, lo que se odia en el Otro es en realidad el odio al goce del Otro, a la manera particular en que el Otro goza. La segregación es el rechazo a un goce que no se identifica como el propio o como cada uno identifica como propio, se trata de un goce que es ajeno y que además es ignorado. Por lo tanto, se trata de cancelar esa ajenidad mediante la segregación.
En el texto para la ONU “El empoderamiento de la mujer y el psicoanálisis” escrito por Patricio Álvarez como parte del Comité de Acción Escuela Una, dice que la mujer es un misterio para el hombre y para ella misma. Que con el concepto de sexuación, Lacan atribuye un goce diferente para lo femenino y lo masculino (que no tiene que ver con la anatomía). El goce fálico para lo masculino, que es cuantificable, localizado en una parte del cuerpo, regido por una ley. Y el Otro goce, situado del lado de lo femenino que es opaco, no decible, no cuantificable ni localizable. Lacan dice que lo no entendible del goce es el principio de la segregación y que por eso el misterio de la feminidad que encarna el Otro goce es rechazado en cada sociedad. Y el texto dice: “Esta segregación está el principio de la violencia de género, desde sus formas sociales disimuladas hasta las formas criminales”.
La segregación está presente entonces, en todo fenómeno de violencia, pero no toda violencia de género implica segregación. Sin embargo, concluyo que los fenómenos de violencia como el asesinato de Brandon son fenómenos de segregación y las personas que los cometen les suponen, una vez que han fallado los semblantes del género, un goce que les es ajeno, diferente al suyo y buscan cancelarlo mediante la violencia. Dentro del discurso social, esto sería violencia de género.
Bibliografía
  • ALVAREZ, Patricio “El empoderamiento de la mujer y el psicoanálisis” el Comité de Acción Escuela Una, la AMP en la ONU, 2015 (Inédito).
  • García, Carlos Dante "La violencia: ¡Qué locura!En La violencia síntoma social de la época. Ondina María Rodríguez Machado/Ernesto Derezensky (Orgs).  Belo Horizonte, Scriptum Livros, 2013. 
  • García, Carlos Dante "Los géneros lacanianos y los otros” (Inédito) 2015.
  • LACAN, Jacques (1971) “El Seminario XVIII: De un discurso que no fuera del semblante” Paidós, Buenos Aires, 2003.
  • MILLER, Jacques-Alain “Extimidad”, Paidós, Buenos aires, 2010.



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