jueves, 18 de abril de 2019

Clase del 22 de Abril


El movimiento feminista se define en lucha contra el patriarcado y el capitalismo, en un movimiento transversal y popular.
Esa insistencia en orientar la lucha contra el patriarcado nos confronta con  una contradicción.  ¿Cuál es el diagnóstico? El  problema es la vigencia del  patriarcado o la declinación del nombre del padre o sea el debilitamiento de la figura de autoridad del padre.

miércoles, 17 de abril de 2019

Sobre otras formas del discurso Amo, el matriarcado



                                                                                                                         por Gustavo Kroitor

Por un lado los movimientos feministas luchan contra lo que suponen instalado en la sociedad, el patriarcado. Por otro lado, y siguiendo a J. Lacan podemos verificar que el siglo XX, en especial en su segunda mitad, estuvo marcado por la declinación del Nombre del padre.
En este marco, en el VEL tomamos el tema “Caída del patriarcado y otras formas del discurso amo”
En la clase del lunes 8 de abril comentamos en nuestro seminario el libro de Ricardo Coler. “El reino de las mujeres”
Coler nos comenta lo que es la sociedad matriarcal más pura del mundo, “Los Mosuo”. Una comunidad que habita en una región de China a 1300 km de Pekín.
Se trata de una organización matriarcal donde las mujeres mandan. No existe el matrimonio y no hay padre. Las mujeres al cumplir 13 años obtienen un cuarto propio donde podrán recibir a sus amantes.
Las mujeres mandan y sus frases son performativas.
Los hombres viven en la casa de sus madres en una habitación común y pueden visitar mujeres sólo por la noche.
Las mujeres son dueñas de la propiedad y las principales trabajadoras. Los hombres pueden trabajar pero les dan el dinero a sus madres y les piden a ellas en caso de necesitar.
Hombres y mujeres pueden cambiar de amante cuantas veces lo deseen o pueden tener relaciones duraderas, pero jamás vivirán juntos.
Dadas estas condiciones, los hijos son siempre de las mujeres y nunca se sabrá a ciencia cierta quien es el progenitor.  El apellido y la herencia van siempre por vía materna.  De esta manera, no hay noción de padre posible, sin embargo se trata de una sociedad llena de reglas, es decir de significantes amo que regulas la convivencia en sociedad,  sobre todo en lo tocante al encuentro entre los sexos. Concluimos así que el Nombre del padre como carretera principal tiene absoluta vigencia.
Lacan nos advierte en su texto “ La tercera” que el hecho de que la mujer sea un objeto a para el hombre no quiere decir que sea de su gusto serlo, sin embargo entre los Mosuo pareciera que sí es de su gusto, ya que cuando un visitante viene de lejos para estar con una mujer, ella está orgullosa de que sus atributos de belleza se hallan esparcido.
Para las mujeres en esta cultura son muy importantes todos los atributos que tengan como función la seducción, razón por la cual está muy vigente el  valor fálico y agalmático.
En cuanto a la prohibición del incesto recae sobre todos los parientes consanguíneos de la madre. Si bien no puede pensarse el Edipo en términos freudianos con el padre como interdictor, quien cumple está función de palo en la boca del cocodrilo, es la abuela (Materna, la única que existe). Es ella quien separa a la madre del niño al cumplir este un año de vida.
Parece tratarse de una sociedad con bajo nivel de conflicto y muy pocos episodios de violencia. Más bien la violencia avergüenza y es motivo de burla.
Puede atribuirse esto al matriarcado, pero en mi opinión se debe más a la relación con la propiedad. Cuando una pareja deja de verse, no tienen nada en común que repartirse, ya que no viven juntos y no tienen hijos en común.
Por otro lado, las reglas sobre la herencia y la trasmisión de bienes es tan clara que se evitan los conflictos.
Y en última instancia siempre está la matriarca para mediar en caso de conflicto.
Como conclusión final, se puede decir:
1)      No hay simetría entre patriarcado y matriarcado.
2)      Ambos, Matriarcado y Patriarcado están reglados por significantes amos.
3)      En ambos es clara la diferencia sexual, con reglas claras de cómo debe comportarse cada sexo.
4)      La diferencia más fuerte entre ambos está dada por la propiedad. Entre los Mosuo no es posible decir Mi mujer o Mi marido. No existe posesión posible. Así, una frase tan escuchada en occidente “La maté porque era mía” no sería jamás posible entre los Mosuo.