jueves, 16 de abril de 2020

Sobre el asesinato de Fernando Baez Sosa


“En el derecho se palpa cómo el discurso estructura el mundo real”[1] 


La expresión jurídica “homicidio por placer”  comenzó a circular en los medios a partir del asesinato de Fernado Baez Sosa, en Villa Gesell. Se trata de  un agravante del  homicidio simple. No es algo nuevo, está en el artículo 80 del código penal. En el cual podemos leer  : "se impondrá reclusión perpetua al que matare por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión". La mayoría de los abogados coincide en la dificultad  probatoria  por el carácter subjetivo que tiene.
La pulsión tanática y la pulsión erótica se inscriben, según las épocas, de diferentes maneras en el Otro social.  En el discurso Amo y  más precisamente  en el discurso jurídico.
El aborto, el incesto, la violación, la violencia sobre las mujeres, fueron consideradas de muy diferentes maneras en distintos momentos de la historia. Acorde con esto varía el tratamiento que se le daba ya sea de tolerancia e indiferencia  o condena moral o jurídica. La violación no era un crimen incluso durante  la primera parte del siglo XX, el aborto recién fue considerado después de los enfrentamientos bélicos que hicieron que el número de nacimientos  fuese de interés nacional.
Las obsesiones con la pulsión erótica pasaban por los cuatro pecados capitales, coitus interruptus, homosexualidad, bestialismo y masturbación. Estas modalidades obsesionaban a los educadores, a los religiosos y a los médicos.
El mundo real convulsiona y empuja hacia la aparición de significantes nuevos. Significantes que a su vez estructuran el mundo real.
El éxito de los significantes amos depende del poder de fijar sentidos comunes para una comunidad determinada a partir de una autoridad reconocida.  Por  ejemplo, un significante exitoso es “violencia de género” o también  “femicidio” o  “bullying”
La expresióncrimen por placer”  parece tener cierta afinidad con la perspectiva analítica. Aumentar la condena de un homicidio considerando la satisfacción que hay en juego es la consecuencia  del avance de violencias más cínicas y del empuje al goce que se dan en la actualidad.
En el sentido estricto todo hecho de violencia implica un goce, porque implica  el ejercicio de una fuerza, la intervención de un cuerpo sobre el otro. Hay una satisfacción pulsional que siempre acompaña al ejercicio de la violencia. El paradigma del “goce de matar” está en la crueldad. [2]
Cuando el hecho de violencia está inmerso en un entramado simbólico este le da un sentido, un objetivo. Como dice Lipovetsky de las “violencias salvajes”,  son por venganza o por honor. Intentan  restablecer un orden simbólico perdido.
Las “violencias modernas”, al ritmo del retiro del Otro, en la medida que “el Otro no existe”, van perdiendo el alojamiento en una ficción, se vuelven más evidentemente sin sentido. Ahí, es donde aparece la pregunta ¿Por qué lo hizo? Sin que ninguna razón lo justifique. Así como aparece la pornografía sexual, índice de que no existe la relación sexual, dice Miller, de igual modo tenemos la pornografía de la violencia. Es un ejercicio pulsional  independiente de algún  marco simbólico que revela más abiertamente la satisfacción en juego.
Pero esta descripción de “matar por placer”  no es  el rasgo más destacado del asesinato de Villa Gesell. Algunos artículos que aparecieron en ese momento y se  preguntaban  por la causa, coincidieron en interpretar la  violencia puesta al servicio de “ser macho”  o  “hacerse hombre”. Por ejemplo, el artículo de Juan  Branz   “Rugbiers: Matar para ser macho” que fue publicado en  la  Revista Anfibia . El diario  Pag 12, publicó el 16/2/20  una nota cuyo título era  “El rol de la violencia en el hacerse hombre.”[3] En esta nota opinaron tres psicoanalistas.
Uno de ellos plantea que el centro de la problemática es  ¿Cómo se logra la masculinidad? Y afirma que la masculinidad se trata de la subjetivación de la potencia y que así lo sostiene el psicoanálisis.
Otra  intervención,  recuerda que esa cualidad de la masculinidad se adquiere en la escena totémica, en  referencia a Tótem y Tabú. Opina que los jóvenes están armando una especie de fiesta canibalística distinta. Hipótesis que a su criterio se corrobora, en la hamburguesa  que se comen después de dar muerte a Fernando.
El segundo comentario  llama “ritual” a la secuencia que repetían, pegarle a alguien, filmar y verse. Se interpreta que es a partir de este “verse” que se reconocen como potentes.
Hay también una alusión a la clase social a la que pertenecen, clase que se identifica en la intención de hacer lo que quieren desconociendo la ley. Y eligiendo como “chivo expiatorio” al “negrito”.
Otra intervención señala la cultura del gimnasio de las pesa y de los anabólicos que apunta a mirarse al espejo y ver un hombre potente, o una maquina. Tener  un cuerpo de hombre en el espejo sería un camino en la búsqueda de la masculinidad , se aclara oportunamente “imaginaria”.
Se agrega que  el “verse” no es lo mismo que “crecer o desarrollarse” (?) como hombres. Señala que en ese sentido eran muy importantes los “actos de perdida”  como testimonian los tangos. “El varón que perdía una mina”  Ser capaz de perder una mujer, eso lo hacía hombre.
Otro comentario asemeja el acto asesino a los linchamientos en las redes sociales donde se observa el placer por la humillación y  la descarga de la hostilidad.
Se señala como problema  la disolución de los ritos masculinos, como el batirse a “duelo”, o no respetar ciertas normas como, por ejemplo, “ no se le pega a una persona que está en el suelo o que pide que no se le pegue”. Se concluye que el problema es la disolución de las normas que codificaba la agresión.
Hablando del problema en la búsqueda de la masculinidad, estos analistas hablan del mito, del ritual actual  el cibernético o el antiguo ritual en desuso, el cuerpo en el espejo, la pérdida del primer amor ejemplificado en el tango,  los ritos perdidos, la agresión sin códigos. Estos psicoanalistas hablan como antropólogos.
Los antropólogos, sociólogos, filósofos… suelen abrirnos una ventana a la actualidad  sumamente importante. Pero a ese paisaje debemos de darle la propia lectura, para lo cual es muy importante no olvidar nuestra relación con el inconsciente en su sentido más amplio y con la singularidad del goce.
No es cierto que el psicoanálisis piense  a la masculinidad como la subjetivación de la potencia, una afirmación de este orden justifica los alardes machistas. Que no son más que caminos inconducentes que encierran al sujeto ya sea en la mortificación narcisista o en la exigencia demostrativa  de los acting o de los pasajes al acto.   
La asunción del sujeto de su posición sexuada  es la consecuencia  del complejo de castración, como nudo y encrucijada[4]. El malestar estructural de la sexualidad humana, plantea esta antinomia interna: asumir sus atributos a través de una amenaza o de una privación.  Existe esa contradicción,  para tener hay que poder pasar por el riesgo de no tener y  nada de esto es sin angustia.   Por esa razón frecuentemente se buscan otros  caminos que resultan sin salida, caminos fallidos.
 “El hombre hace su “ser” enfrentando la amenaza de castración, nunca la enfrentan del todo, tienen una especie de lucha Hegeliana del amo y el






[1] Lacan Jacques, El Seminario 17 El Reverso del Psicoanálisis. Pág 16. Paídos, Bs. As. 1992
[2] Citado en el libro La era del espanto del psicólogo alemán Wolfgang Sofsky. Sin marco simbólico se pasa al ejercicio de la violencia en sí misma. En  las guerras se trata de evitar a partir de las nomas del ejercito que haya satisfacciones personales, por el contrario en la masacre de los tutsis en Rwanda, la orden era no matar con armas automáticas sino con hachas y cuchillos, una experiencia más vivida en el cuerpo a cuerpo, sin ninguna razón solo para experimentar el goce en la matar.

[3] Rita Segato desde la antropología lo dice así. “Las mujeres hemos identificado nuestro propio sufrimiento y hablamos de él. Los hombres no han podido hacerlo. La violencia hacia los hombres por el mandato de masculinidad y por la nefasta estructura  corporativa de la fratria (hermandad) masculina.  La iniciación a la masculinidad es un tránsito violentísimo.” Segato Rita Contra pedagogía de la crueldad. Ed. Prometeo. Pág 16


[4] Lacan Jacques “La significación del falo” Escrito 2.




esclavo. La vía que propone Freud es enfrentar la castración lo que no quiere decir comportarse como un psicópata o romperles la cara a todos los hombres como gran objetivo de la existencia o decir ni Dios ni Amo. Sino elegir a quienes uno reserva el afecto de admiración  y que la admiración no impida el punto en juego: enfrentar, en cierto tipo de combate, la amenaza de castración.” [1]
La asunción de una posición sexuada, vivir como un hombre o vivir como una mujer  no es imaginaria. Se logra a condición de enfrentar la propia forma de goce y soportar su conmoción e inconveniencia. La paradoja es que eso que me separa de la comunidad, del ideal y de la moral me permite inscribirme dentro de una posición sexuada.
Las referencias al mito que recién comentamos nos hacen recordar el esfuerzo de Lacan para ir del mito a la estructura. Sobre Tótem y Tabú retengamos el comentario de Lacan, este mito articula el punto del reconocimiento de la hermandad, somos todos hermanos. Para Lacan “el origen de la fraternidad es la segregación. No hay fraternidad sin segregación. Estar juntos, separados del resto.”[2]
Lo más evidente del caso de Villa Gesell es que los sujetos sostienen su “ser hombre” de la pertenencia a una fraternidad que se sostiene a su vez de la segregación. Juan Branz, escribe en el artículo citado:  “ el  discurso y la práctica que me convierte en macho, es exhibir la fuerza con la cual convierto al otro en puto. Perpetuar al otro en ese lugar  “puto” o “negro” es el medio para celebrar la propia masculinidad  blanca”.  
EL  rechazo primordial racista
Hay un  desarrollo previo a los discursos en el que  Lacan comienza a despejar esta idea de la segregación fundamental. Se trata del escrito “Los tiempos lógicos y el aserto de certidumbre anticipada, un nuevo sofisma” un largo título, un texto complejo que se sigue interpretándose. Donde se plantea el problema de los tres prisioneros, como un problema lógico. Que no tiene solución por la vía de la lógica clásica, por eso lo del nuevo sofisma, como parte del título. Es en este escrito en el cual se articulan los tres tiempos lógicos: instante de ver, tiempo para comprender  y momento de concluir.
Al final del escrito, Lacan aplica el aporte de la lógica colectiva que ha desarrollado sobre los tres prisioneros  a la inadecuación que se siente al afirmar “yo soy un hombre”. Es una inadecuación  que  se produce por  la dificultad  del yo de identificarse con una “proposición afirmativa universal”, al  “Todos los hombres …..” . “Hombre”  es una clase que comprende de manera abstracta a un número indefinido de individuos, se trata de una “generalidad” [3].[4]. Es hipotética con relación a la existencia, puede ser un conjunto vacio, del tipo “todos los unicornios son azules”  De ahí la necesidad de articular el “hay uno que no” o “no hay uno que no”. En la lógica proposicional se trataría de dos tipos de cuantificadores el universal y el existencial. Se trata de la lógica aplicada a las formulas de la sexuación. Otra manera de decir lo mismo sería,  si no se puede definir la cualidad de la clase es necesaria la excepción. Se dice sobre la excepción a la regla que confirma la regla, no es esa la idea, no pasa por ahí. La excepción, en su cualidad de excepción hace presente que existe una regla, no la confirma, solo anoticia de su existencia. Además quien denuncia la excepción se  asume como aquel que esta concernido por la regla y aporta la prueba de la existencia que  falta a la proposición universal.
Lacan escande con los tres tiempos “lógicos” los pasos  que se dan para llegar a esta afirmación “ yo soy un hombre”..[5] Para la identificación hace falta tiempo y la topología que nos indica como lo externo se encuentra en lo más intimo del sujeto.
1.     Un hombre sabe lo que no es un hombre.
2.     Los hombres se reconocen entre ellos por ser hombres.
3.     Yo afirmo ser un hombre, por temor de que los hombres me convenzan de no ser un hombre.
En el primer punto “hay uno que no”  revela que la asimilación humana es asimiladora de una barbarie, que parte de un rechazo primordial racista, afirmando saber lo que no es un hombre.
La identificación final asumida por el aserto, es una identificación imaginaria, yoica, el juicio asertivo se manifiesta por una acción.  Eric Laurent  comenta la forma del “aserto subjetivo anticipado”, dice que le da un valor más verdadero a la afirmación. “Me afirmo” es una identificación conclusiva, una identificación como afirmación, en su relación con lo colectivo, con el Otro. Es una afirmación que puede tener el valor de un acto. Pero puede también suceder  que  la urgencia dada por la variable temporal que empuja a concluir, ante el temor de que el retraso engendre el error, introduce prematuramente la acción. Por el temor de quedar afuera de la identificación, el sujeto puede precipitarse en un pasaje al acto, con el acortamiento del tiempo para comprender.
Esta lógica  hecha luz sobre múltiples situaciones.  Desde el rechazo y la crítica social más trivial, hasta la exclusión, el racismo y actos de crueldad habilitados al suponer en el otro la indignidad humana.  Lo necesidad de ataque y discriminación se genera por la propia necesidad  de identificación y pertenencia.

Graciela Ruiz
Abril  2020






[1] Laurent E. Posiciones femeninas del ser. Pág 68. Ed Tres Haches.
[2] Lacan Jacques. El Seminario. Libro 17 El reverso del psicoanálisis. Pág. 121
[3] Lacan. Diferencia entre colectividad y generalidad.
[4] Laccan J. Seminario de la Identificación.
[5] Lacan Jacques. Escrito 1.  El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada… Pág 202.Comentado por Eric Laurent, en  “Las paradojas de la identificación” y en “El Otro que no existe y sus comités de ética” donde comenta la novela de Musil. “Las tribulaciones del estudiante Törless”


lunes, 2 de marzo de 2020

La tempestad gigantesca de la masa

"No estaría mal entregarlo a toda la clase; hasta sería lo más inteligente. Si muchos contribuyen, aunque cada uno aporte poco bastará para hacerlo pedacitos. En general, me gustan los movimientos de conjunto. Nadie hace nada especial, y sin embargo las oleadas suben cada vez más alto hasta que cubren todas las cabezas. Ya veréis. Nadie se alterará y sin embargo se producirá una tempestad gigantesca. Poner en escena un espectáculo semejante, me agrada sobre manera."

Así sugiere Reiting entregar la víctima a toda la clase. Basini fue degradado, vejado, golpeado y humillado solo resta entregarlo a la masa. De la novela "Las tribulaciones del estudiante Törless"de Robert Musil. Escrita en 1906, en la época de Freud y en Viena. se desarrolla en un internado de varones. Una institución aristocrática en la cual los jóvenes están sometidos a una férrea disciplina. 

La chispa que enciende la violencia





Gustavo Kroitor. Miembro del departamento de investigación sobre violencia. VEL, Violencia Estudios Lacanianos.


El brutal asesinato de Fernando Baez en Villa Gesell, el pasado 18/1, a manos de un grupo de muchachos, jugadores de Rugby, indignó a una sociedad que pareció sorprendida por el hecho.
Como sociedad, la primera reacción defensiva es creer que quien es capaz de semejante cosa, es el Otro. En este caso, el otro es el mundo del Rugby.  Así, de esta manera yo no tengo nada que ver.
El psicoanálisis nos enseña que eso que nos horroriza en el Otro puede ser algo propio de lo que no queremos saber nada.
 Es fácil repasar las noticias sobre actos violentos perpetuados en masa, que rebalsan el mundo del rugby.
Como ejemplo en el últimos meses de 2018 fueron asesinados en el fútbol, Matías Diarte  (28 años), hincha de San Martín de Tucumán, atacado por hinchas de boca en la previa del partido por la copa Argentina;  Emanuel Ojeda (27 años) Hincha de Boca, asesinado por hinchas de River al verlo en la Av. 9 de Julio con la camiseta de boca;  Sergio Confalonieri , de Rosario central (55 años) asesinado en la represión policial en Mendoza en la final de la copa Argentina; Ezequiel Neris (21 años),hincha de River,  asesinado por un grupo de hinchas de Boca a puñaladas, luego de que lo emboscaran cuando venía de festejar  la obtención de la copa Libertadores.
Fuera del deporte, tenemos más ejemplos. En marzo de 2019, decenas de personas de un barrio humilde de Comodoro Rivadavia se lanzaron a las calles para reclamar por justicia, y hacer justicia por mano propia, después de que un niño de 12 años fuera violado. En esta pueblada quemaron la casa del padre del supuesto violador, asesinando a este último. Luego se comprobó que el supuesto violador no era tal. Igualmente lo importante no es esto, sino los fenómenos de violencia en masa.
Hace algún tiempo, vecinos de Palermo lincharon y lesionaron gravemente a una persona que había robado un celular.
Me podría seguir extendiendo, sin embargo, creo que estos ejemplos bastan para mostrar que la violencia no es un tema de Rugbiers , sino que puede habitar en cada uno de nosotros.
Sigmund  Freud ya nos advertía esto en 1927 cuando decía: “el ser humano no es un ser manso, amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a su dotación pulsional una buena cuota de agresividad. En consecuencia, el prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo”
Y agrega: “¿quién, en vista de las experiencias de la vida y de la historia, osaría poner en entredicho tal apotegma? Esa agresión cruel aguarda por lo general una provocación, o sirve a un propósito diverso cuya meta también habría podido alcanzarse con métodos más benignos. Bajo circunstancias propicias, cuando están ausentes las fuerzas anímicas contrarias que suelen inhibirla, se exterioriza también espontáneamente, desenmascara a los seres humanos como bestias salvajes que ni siquiera respetan a los miembros de su propia especie”
Es decir, sólo hace falta la chispa que haga explotar la violencia que habita en cada uno.
Casualmente el pasado lunes fue el día de conmemoración de las víctimas de la Shoa. (Mal llamado holocausto).
También fue violencia en masa. Millones de alemanes se identificaran al ideal de la raza Aria, se creyeron superiores y participaron o al menos justificaron brutales actos de violencia.
El ser humano, es decir el ser hablante, mantiene a raya sus pulsiones violentas, mediante la represión y la formación de inhibiciones que proviene de esa instancia que en psicoanálisis llamamos Ideal del Yo.  Basta que en el lugar del ideal pueda ubicarse una justificación de la violencia para que esta se desate.
Las masas funcionan de esta forma. Todos los miembros se identifican entre sí porque en determinado momento y lugar tienen el mismo ideal del Yo.  Por ejemplo, la misma camiseta de Fútbol que se defiende a muerte. El Otro, el que tiene la camiseta contraria es peligroso y su desaparición sería en propia defensa, lo que justifica el ataque de violencia.
Cualquiera que haya estado en una cancha de fútbol sabe que hay que tener fuertísimas amarraduras simbólicas para no participar de los cantitos xenófobos y violentos.
Voy sólo con dos ejemplos de los centenares que se pueden comentar: Las hinchadas contrarias a Boca cantan En el barrio de La Boca viven todos bolivianos, que cagan en la vereda y se limpian con la mano. Los sábados en la bailanta se van a poner en pedo, y se van de vacaciones a la playa del riachuelo. Hay que matarlos a todos mama, que no quede ningún bostero” Y la hinchada de Chacarita le canta a Atlanta, su eterno rival de Villa Crespo (Barrio judío de Buenos Aires) Ahí viene Chaca por el callejón, matando judíos para hacer jabón".
En los ejemplos de Comodoro Rivadavia o Palermo, citados más arriba, el ladrón de celular que representa todo lo Otro y el ideal de justicia y seguridad, justifican los atroces linchamientos.
En el genocidio Nazi, mencionado más arriba sólo por citar uno entre otros genocidios, el ideal de la raza superior permitió que millones de alemanes se identificaran en el odio a judíos, Gitanos, Homosexuales, Discapacitados, comunistas, etc.  Y que de esta manera justificaran el brutal exterminio.
En las redes, los damnificados por algún hecho de inseguridad, y con su enano fachista apenas más a flor de piel, no dudan en expresar públicamente que la culpa es de los extranjeros, y dirigirse a peruanos y bolivianos igual que cualquier Nazi con los judíos.
La violencia está en todos nosotros y sólo hace falta la chispa que la encienda.
Se habló en estos días en muchos medios del ataque en manada. Nada más falso. En los mamíferos superiores como leones o lobos, el ataque en manada está planificado por el instinto y el aprendizaje, y es una estrategia alimentaria. Nunca vamos a ver a la manada ensañándose con el cadáver, abandonarlo y ocultar las pruebas.
No se trata de manada, sino de masa. Ya comenté más arriba como se forma una masa por identificación al compartir el ideal. Ahora digamos que esos lazos de identificación suspenden toda inteligencia. El individuo en la masa pierde la inteligencia. No puede discernir cuáles son los límites.
Veamos por ejemplo masas más benignas, como aquellas que se forman por un ideal político y por amor al líder de ese partido. Ni bien se forma la masa, todo el bien y toda la razón están de mi lado y todo el mal y la mentira del otro. Se pierde la inteligencia, el otro es el enemigo,  hay que combatirlo y no reconocerle ninguna virtud.  Los últimos años en nuestro país nos mostraron mucho de esto, incluso llegando a la violencia en algunos casos, que me abstengo de comentar para no herir susceptibilidades.
Volviendo a los Rugbiers,  al comienzo yo mismo no pude sustraerme de la masa y esperaba una condena ejemplar.
Pero reflexionando más. ¿Para ejemplificar a quién? ¿Se trata de justicia o de venganza? ¿No son muchos los que están contentos porque van a una cárcel común y quizá los muelan a palos o los violen? ¿No hay una satisfacción de la propia violencia en la espera de una condena a perpetua?
En el derecho penal, la no comprensión de los actos es un atenuante en la condena, pero el ataque en masa es un agravante.¿Acaso, estar en masa no contribuye a la perdida de la razón?
En fin, no tengo respuesta a estas preguntas y no sé qué desenlace en la justicia sería lo mejor para la sociedad.  De lo que estoy seguro, que lo mejor para cada uno es no enceguecerse en el odio al Otro y reflexionar sobre la propia violencia, quizá así estemos advertidos cuando salte la chispa.
Escribo todo esto con el mayor de los respetos por la familia y los amigos de Fernando que sufrieron están pérdida irreparable. También pienso en estos chicos, que haya la condena penal que haya, tendrán que vivir el resto de sus vidas con las huellas de sus actos.






jueves, 21 de noviembre de 2019



Decimos no al golpe de estado que se perpetro en Bolivia y lamentamos profundamente los hechos de violencia que se desataron en Chile.

Condenamos este estado de cosas que tanto dolor trae a la población de uno y otro país.

Esperamos que el pueblo chileno sea escuchado en sus reclamos y que los actos que han acontecido sean fundantes de un realidad más justa.


domingo, 1 de septiembre de 2019

Diferencia entre machismo y patriarcado



                                                                                           Graciela Ruiz

La forma que adopta la militancia feminista en nuestros días es la evidencia de la pérdida de hegemonía del discurso amo que en las sociedades tradicionales estaban comandado por el nombre del padre.   No significa la remoción del discurso amo, se trata de una crisis de los significantes amos tradicionales que ocasiona  una deriva de las clasificaciones. Está por verse cuales de los nuevos significantes permanecerán como verdaderos. Como nuevos semblantes.
Por ejemplo, “la violencia de género” es un nuevo significante amo que fija un pedazo de real y ha adquirido una dimensión de verdad considerable. La deriva abierta de categorías nuevas de identidades sexuales también va aportando nuevos significantes[1]. Son modificaciones históricas del discurso amo que el psicoanálisis constata en las ocurrencias de la palabra de los analizantes.[2]
Para precisar el real en juego en los fenómenos de violencia hacia la mujer, no debe ser considerado el machismo como una expresión del patriarcado. Por el contrario, las manifestaciones llamadas machistas se ubican en los límites del discurso como efecto de la vacilación del semblante que es su agente. Ya sea en los “pasajes al acto” o en los “acting out”. En estos últimos, el semblante sube a escena y se propone como ejemplo, da a ver hace una mostración,  justamente de aquello que el sujeto no tiene, ostenta lo que no tiene, un semblante verdadero de autoridad.




[1] Transgenero, trans,transexual,andrógino,androgynous, neutrois, dos espiritus,no binario, género variante, fluido…….
[2] Brousse Marie Hélène. “El nuevo feminismo lacaniano” Blog Nel. Medellin.

lunes, 19 de agosto de 2019

Crímenes pasionales


La expresión “crímenes pasionales” se originó en el reconocimiento superficial de que las peleas originadas aparentemente por causas como celos, abandonos y desamor o sea por el amor y el odio, podían terminar con estos resultados. En los últimos años se ha cuestionado este concepto a raíz de suponer una cierta justificación de la violencia ya que algo bueno como la pasión del amor termina en el pasaje al acto criminal. El perfil del hombre amante de su mujer que se descontrola frente a la evidencia de la infidelidad no molesta mucho al espíritu machista. Algún tango puede dar cuenta de ello. Para conmover  esta naturalización  de los hechos, se comenzó a utilizar el término violencia de género. Pero el gran manto explicativo del “género” no aporto muchos recursos para acercarnos al real que está en juego. No es conveniente ocultar la cara estragante del amor, tampoco desconocer que el amor y el odio van juntos. Si nos animamos a saber un poco más de lo que estamos hechos y no tratamos de ignorar aquello que está ahí, tenemos más posibilidades de no ser sorprendidos desprevenidamente. Las mujeres deben poder interpretar y calcular la continuidad  entre la conducta amorosa  pasional extrema y el acto violento. Y porque no, también interrogarse acerca de  la dificultad de separación de ese hombre. ¿Cómo colma su ser verificar que el otro no puede vivir sin ella?  Si,  la pasión del neurótico es  justificar su existencia, lo sorprendente pero no menos real  es preferir la injuria a la indiferencia.

                                                                                    Graciela Ruiz

domingo, 28 de julio de 2019

Amor y odio como paradoja del sujeto

El poder del amado                                                                                                              El amor y el odio pueden anudarse por medio de la castración que implica el amor. El amante asume la castración, es el que no tiene, y el amado esta completo. El amado sustenta un poder sobre el amante. Estas posiciones son móviles, el amante aspira a ser amado, es decir a hacer surgir la falta en el otro. Así se anudan el amor y el odio, el odio aparece porque se revela el deseo de castración que implica el hecho de ser amado.  El obsesivo puede responder con odio al amor, porque advierte el deseo de castrarlo. El poder de la amada sobre él le despierta odio. El odio femenino con el hombre es justamente porque no deja surgir la falta en él.[1]  Miller comenta que los hombres que quieren a las mujeres son los que no temen presentarse en falta y son tanto más varoniles cuanto más amantes, asumiendo la castración y no preocuparse de ser amado.  Justamente la posición que se espera del padre, el padre tiene derecho al amor si esta père-versement (perversamente) orientado, es decir hace de una mujer, objeto “a” que causa su deseo[2]. Se trata de la transmisión del agujero de la castración. 



[1] Miller J.-A.(2006), “Introducción a la clínica lacaniana” Conferencias en España. Pág 301,302,303.Barcelona
[2] Lacan J.:”RSI”Seminario 22, inédito. Clase del 21 de Enero de 1975.