lunes, 2 de marzo de 2020

La tempestad gigantesca de la masa

"No estaría mal entregarlo a toda la clase; hasta sería lo más inteligente. Si muchos contribuyen, aunque cada uno aporte poco bastará para hacerlo pedacitos. En general, me gustan los movimientos de conjunto. Nadie hace nada especial, y sin embargo las oleadas suben cada vez más alto hasta que cubren todas las cabezas. Ya veréis. Nadie se alterará y sin embargo se producirá una tempestad gigantesca. Poner en escena un espectáculo semejante, me agrada sobre manera."

Así sugiere Reiting entregar la víctima a toda la clase. Basini fue degradado, vejado, golpeado y humillado solo resta entregarlo a la masa. De la novela "Las tribulaciones del estudiante Törless"de Robert Musil. Escrita en 1906, en la época de Freud y en Viena. se desarrolla en un internado de varones. Una institución aristocrática en la cual los jóvenes están sometidos a una férrea disciplina. 

La chispa que enciende la violencia





Gustavo Kroitor. Miembro del departamento de investigación sobre violencia. VEL, Violencia Estudios Lacanianos.


El brutal asesinato de Fernando Baez en Villa Gesell, el pasado 18/1, a manos de un grupo de muchachos, jugadores de Rugby, indignó a una sociedad que pareció sorprendida por el hecho.
Como sociedad, la primera reacción defensiva es creer que quien es capaz de semejante cosa, es el Otro. En este caso, el otro es el mundo del Rugby.  Así, de esta manera yo no tengo nada que ver.
El psicoanálisis nos enseña que eso que nos horroriza en el Otro puede ser algo propio de lo que no queremos saber nada.
 Es fácil repasar las noticias sobre actos violentos perpetuados en masa, que rebalsan el mundo del rugby.
Como ejemplo en el últimos meses de 2018 fueron asesinados en el fútbol, Matías Diarte  (28 años), hincha de San Martín de Tucumán, atacado por hinchas de boca en la previa del partido por la copa Argentina;  Emanuel Ojeda (27 años) Hincha de Boca, asesinado por hinchas de River al verlo en la Av. 9 de Julio con la camiseta de boca;  Sergio Confalonieri , de Rosario central (55 años) asesinado en la represión policial en Mendoza en la final de la copa Argentina; Ezequiel Neris (21 años),hincha de River,  asesinado por un grupo de hinchas de Boca a puñaladas, luego de que lo emboscaran cuando venía de festejar  la obtención de la copa Libertadores.
Fuera del deporte, tenemos más ejemplos. En marzo de 2019, decenas de personas de un barrio humilde de Comodoro Rivadavia se lanzaron a las calles para reclamar por justicia, y hacer justicia por mano propia, después de que un niño de 12 años fuera violado. En esta pueblada quemaron la casa del padre del supuesto violador, asesinando a este último. Luego se comprobó que el supuesto violador no era tal. Igualmente lo importante no es esto, sino los fenómenos de violencia en masa.
Hace algún tiempo, vecinos de Palermo lincharon y lesionaron gravemente a una persona que había robado un celular.
Me podría seguir extendiendo, sin embargo, creo que estos ejemplos bastan para mostrar que la violencia no es un tema de Rugbiers , sino que puede habitar en cada uno de nosotros.
Sigmund  Freud ya nos advertía esto en 1927 cuando decía: “el ser humano no es un ser manso, amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a su dotación pulsional una buena cuota de agresividad. En consecuencia, el prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo”
Y agrega: “¿quién, en vista de las experiencias de la vida y de la historia, osaría poner en entredicho tal apotegma? Esa agresión cruel aguarda por lo general una provocación, o sirve a un propósito diverso cuya meta también habría podido alcanzarse con métodos más benignos. Bajo circunstancias propicias, cuando están ausentes las fuerzas anímicas contrarias que suelen inhibirla, se exterioriza también espontáneamente, desenmascara a los seres humanos como bestias salvajes que ni siquiera respetan a los miembros de su propia especie”
Es decir, sólo hace falta la chispa que haga explotar la violencia que habita en cada uno.
Casualmente el pasado lunes fue el día de conmemoración de las víctimas de la Shoa. (Mal llamado holocausto).
También fue violencia en masa. Millones de alemanes se identificaran al ideal de la raza Aria, se creyeron superiores y participaron o al menos justificaron brutales actos de violencia.
El ser humano, es decir el ser hablante, mantiene a raya sus pulsiones violentas, mediante la represión y la formación de inhibiciones que proviene de esa instancia que en psicoanálisis llamamos Ideal del Yo.  Basta que en el lugar del ideal pueda ubicarse una justificación de la violencia para que esta se desate.
Las masas funcionan de esta forma. Todos los miembros se identifican entre sí porque en determinado momento y lugar tienen el mismo ideal del Yo.  Por ejemplo, la misma camiseta de Fútbol que se defiende a muerte. El Otro, el que tiene la camiseta contraria es peligroso y su desaparición sería en propia defensa, lo que justifica el ataque de violencia.
Cualquiera que haya estado en una cancha de fútbol sabe que hay que tener fuertísimas amarraduras simbólicas para no participar de los cantitos xenófobos y violentos.
Voy sólo con dos ejemplos de los centenares que se pueden comentar: Las hinchadas contrarias a Boca cantan En el barrio de La Boca viven todos bolivianos, que cagan en la vereda y se limpian con la mano. Los sábados en la bailanta se van a poner en pedo, y se van de vacaciones a la playa del riachuelo. Hay que matarlos a todos mama, que no quede ningún bostero” Y la hinchada de Chacarita le canta a Atlanta, su eterno rival de Villa Crespo (Barrio judío de Buenos Aires) Ahí viene Chaca por el callejón, matando judíos para hacer jabón".
En los ejemplos de Comodoro Rivadavia o Palermo, citados más arriba, el ladrón de celular que representa todo lo Otro y el ideal de justicia y seguridad, justifican los atroces linchamientos.
En el genocidio Nazi, mencionado más arriba sólo por citar uno entre otros genocidios, el ideal de la raza superior permitió que millones de alemanes se identificaran en el odio a judíos, Gitanos, Homosexuales, Discapacitados, comunistas, etc.  Y que de esta manera justificaran el brutal exterminio.
En las redes, los damnificados por algún hecho de inseguridad, y con su enano fachista apenas más a flor de piel, no dudan en expresar públicamente que la culpa es de los extranjeros, y dirigirse a peruanos y bolivianos igual que cualquier Nazi con los judíos.
La violencia está en todos nosotros y sólo hace falta la chispa que la encienda.
Se habló en estos días en muchos medios del ataque en manada. Nada más falso. En los mamíferos superiores como leones o lobos, el ataque en manada está planificado por el instinto y el aprendizaje, y es una estrategia alimentaria. Nunca vamos a ver a la manada ensañándose con el cadáver, abandonarlo y ocultar las pruebas.
No se trata de manada, sino de masa. Ya comenté más arriba como se forma una masa por identificación al compartir el ideal. Ahora digamos que esos lazos de identificación suspenden toda inteligencia. El individuo en la masa pierde la inteligencia. No puede discernir cuáles son los límites.
Veamos por ejemplo masas más benignas, como aquellas que se forman por un ideal político y por amor al líder de ese partido. Ni bien se forma la masa, todo el bien y toda la razón están de mi lado y todo el mal y la mentira del otro. Se pierde la inteligencia, el otro es el enemigo,  hay que combatirlo y no reconocerle ninguna virtud.  Los últimos años en nuestro país nos mostraron mucho de esto, incluso llegando a la violencia en algunos casos, que me abstengo de comentar para no herir susceptibilidades.
Volviendo a los Rugbiers,  al comienzo yo mismo no pude sustraerme de la masa y esperaba una condena ejemplar.
Pero reflexionando más. ¿Para ejemplificar a quién? ¿Se trata de justicia o de venganza? ¿No son muchos los que están contentos porque van a una cárcel común y quizá los muelan a palos o los violen? ¿No hay una satisfacción de la propia violencia en la espera de una condena a perpetua?
En el derecho penal, la no comprensión de los actos es un atenuante en la condena, pero el ataque en masa es un agravante.¿Acaso, estar en masa no contribuye a la perdida de la razón?
En fin, no tengo respuesta a estas preguntas y no sé qué desenlace en la justicia sería lo mejor para la sociedad.  De lo que estoy seguro, que lo mejor para cada uno es no enceguecerse en el odio al Otro y reflexionar sobre la propia violencia, quizá así estemos advertidos cuando salte la chispa.
Escribo todo esto con el mayor de los respetos por la familia y los amigos de Fernando que sufrieron están pérdida irreparable. También pienso en estos chicos, que haya la condena penal que haya, tendrán que vivir el resto de sus vidas con las huellas de sus actos.