domingo, 14 de junio de 2009

Paranoia social




Silvia Ons, guiada por la lógica de la enseñanza de Lacan, despeja los resortes de la violencia actual. En su texto aparecen referencias filosóficas que dan consistencia y enriquecen el planteo.
La hipótesis que compartimos, "la violencia se monta en la paranoia social que surge como producto de la devaluación de los valores y de la incredulidad resultante de tal declinación".
La devaluación de los valores se corresponde con "El Otro que no existe ..", la irrealidad de ser solo semblante en un proceso de desmaterialización creciente de lo real, los discursos se separan de los cuerpos para proliferar deshabitados. El advenimiento del nihilismo que nombra la caída profunda, la errancia de la falta de fundamento en la que se apoyaban los sistemas especulativos y morales.
“El Otro que no existe” genera, entonces, subjetividades cínicas, no incautas, desengañadas, el Otro no es tanto el lugar donde una verdad puede emitirse, ya que lo que lo anima es un goce que provoca siempre desconfianza.
Seminario “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, dice Lacan que, en el fondo de la propia paranoia, tan animada en apariencia por la creencia, reina el fenómeno del “Unglauben”.
El sustantivo que utiliza Freud en alemán para designar esta “incredulidad de origen” del sujeto paranoico es “unglaube”, que corresponde a la negación de “glaube”, que significa fe y creencia. Fue Freud el que introdujo este término para explicar el mecanismo de la proyección, que es típico en esta afección.
La proyección implica no fiarse del inconsciente, rechazarlo, mantener lo que emerge de su fuente, lejos del yo. Es interesante que Freud evoque en este mecanismo una posición subjetiva que desautoriza una creencia, diciéndonos con esto que las formaciones del inconsciente suponen una creencia para ser reconocidas, caso contrario es arrojado “al mundo exterior el sumario de la causa que la representación establece”. Tanto Freud como Lacan nos indican que el paranoico no cree en algo diferente a su yo, ya que –en término lacanianos– para que exista creencia es preciso que también exista división subjetiva, es decir, que el yo admita un orden que lo traspasa. Entonces podemos pensar que la incredulidad contemporánea es paralela a la égida del yo como punto de referencia de los acontecimientos. No hay creencia, sino certeza relativa a la malignidad de los otros, Lacan nos enseña que cuanto más declina la primera, con más fuerza se instaura la segunda. Si en su obra definiría para la paranoia al goce identificado al Otro ¿ello mismo no revela que cuando no se cree, lo que anima el vínculo es la certeza relativa al goce del Otro? Así, la incredulidad posmoderna, puede darse la mano con el fundamentalismo más extremo, como aquel donde anida la violencia.

3 comentarios:

JORGE RODRIGUEZ dijo...

Lunes, 15 de Junio de 2009

PROVOCADOR ENSAYO DEL ESLOVENO SLAVOJ ZIZEK
La filosofía en tiempos violentos

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Sobre la violencia, flamante ensayo del pensador esloveno Slavoj Zizek, plantea una reflexión sobre las lecturas simbólicas y políticas que la violencia presenta en la era de la globalización, desde la revuelta en los suburbios franceses en 2005 al conflicto palestino. La obra discurre también por el fundamentalismo religioso, el 11-S y los horrores de los totalitarismos fascistas y estalinista. El autor de Mirando al sesgo moviliza sus recursos habituales –psicoanálisis lacaniano y algo de cine, mucho marxismo y algo de cultura pop, de idealismo alemán, de literatura, chistes y anécdotas– para colocar en el centro de la escena una temática sobre la que ya ha reflexionado fragmentariamente en otras ocasiones. En esta ocasión, Sobre la violencia (Paidós) está dedicado en su totalidad a reflexionar sobre el fenómeno y sus causas a partir de una estructura configurada como sucesión de tesis que no conforman una teoría, pero que tienen la capacidad de inquietar y de movilizar el pensamiento, no tanto por la novedad de las propuestas cuanto por la forma de su exposición. A partir de una tesis sencilla, Zizek plantea que la violencia “subjetiva” (la practicada por un agente identificable) es generada por otros dos tipos diferentes de violencia objetiva: por una parte, la “simbólica”, encarnada en la función social del lenguaje, en el universo de sentido que implica la utilización de un determinado sistema discursivo. Por el otro lado, la violencia “sistémica”, provocada por los desajustes que causan los sistemas político y económico. En esta instancia, el filósofo se refiere a la percepción que se tiene de los resultados de la violencia generada por las dictaduras comunistas durante buena parte del siglo XX. “SOS Violencia”, primera de las seis disertaciones que estructuran el libro, conforma una crítica a la deriva social del capitalismo, recientemente (re)generada a partir del lobby de “comunistas liberales” (George Soros y Bill Gates a la cabeza) y su pretensión por apagar las propuestas de los nuevos movimientos sociales altermundialistas en lo que Zizek apela como la construcción de Porto Davos (simbólica simbiosis entre las dos ciudades más ideologizadas del mundo: Porto Alegre y Davos). Del mismo modo, Zizek –un renovador del pensamiento marxista y del psicoanálisis lacaniano– dispara sus dardos contra las sociedades capitalistas que propician el miedo y que hacen de la seguridad su valor más emblemático: miedo a lo inesperado, miedo al otro, miedo al miedo. Miedo que concluye en la omisión de todo contacto y que se inserta en el lenguaje. El ensayista plantea que los individuos se aterran frente a las imágenes de violencia en las calles de Nueva Orleans, en los suburbios franceses o en una ciudad africana, pero que poco se interrogan sobre la situación que ha llevado a este estallido de violencia. El filósofo ofrece de vez en cuando algunas soluciones neomarxistas, en este caso su propuesta es la de romper el muro socioeconómico: “Cambiar la sociedad para que la gente deje de intentar escapar desesperadamente de su propio mundo”.

en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-14212-2009-06-15.html

Graciela Ruiz dijo...

Gracias Jorge, por tu comentario.Me parece muy buena tu definición de los texto de Zizek como sucesión de tesis que no confoman una teoría.Zizek se mueve con la "libertad" que le da no estar orientado por el real de la clínica psicoanalitica, al no prácticar el psicoanálisis. A mi enteder eso lo vuelve un poco disperso pero también rico en ejemplos e imagenes, hay que tratar de no perderse. Me pregunto si nos encontrariamos con algo nuevo al investigar más ese aspecto de los desajustes que causan los sistemas políticos y económicos, algo que ya no este en el Seminrio 17, de los discursos de Lacan. Un saludo, hasta la próxima. Graciela

JORGE RODRIGUEZ dijo...

Graciela: lo que le envie como comentario no me pertenece, lo que envie es la reseña del libro de Zizek publicada en Pagina 12, de ahi que adjuntara al final el link, por si le interesaba tener la referencia.
Pero acuerdo tanto con el redactor como con su precision respecto al estilo de trabajo de Zizek.
Saludos.