lunes, 2 de marzo de 2020

La chispa que enciende la violencia





Gustavo Kroitor. Miembro del departamento de investigación sobre violencia. VEL, Violencia Estudios Lacanianos.


El brutal asesinato de Fernando Baez en Villa Gesell, el pasado 18/1, a manos de un grupo de muchachos, jugadores de Rugby, indignó a una sociedad que pareció sorprendida por el hecho.
Como sociedad, la primera reacción defensiva es creer que quien es capaz de semejante cosa, es el Otro. En este caso, el otro es el mundo del Rugby.  Así, de esta manera yo no tengo nada que ver.
El psicoanálisis nos enseña que eso que nos horroriza en el Otro puede ser algo propio de lo que no queremos saber nada.
 Es fácil repasar las noticias sobre actos violentos perpetuados en masa, que rebalsan el mundo del rugby.
Como ejemplo en el últimos meses de 2018 fueron asesinados en el fútbol, Matías Diarte  (28 años), hincha de San Martín de Tucumán, atacado por hinchas de boca en la previa del partido por la copa Argentina;  Emanuel Ojeda (27 años) Hincha de Boca, asesinado por hinchas de River al verlo en la Av. 9 de Julio con la camiseta de boca;  Sergio Confalonieri , de Rosario central (55 años) asesinado en la represión policial en Mendoza en la final de la copa Argentina; Ezequiel Neris (21 años),hincha de River,  asesinado por un grupo de hinchas de Boca a puñaladas, luego de que lo emboscaran cuando venía de festejar  la obtención de la copa Libertadores.
Fuera del deporte, tenemos más ejemplos. En marzo de 2019, decenas de personas de un barrio humilde de Comodoro Rivadavia se lanzaron a las calles para reclamar por justicia, y hacer justicia por mano propia, después de que un niño de 12 años fuera violado. En esta pueblada quemaron la casa del padre del supuesto violador, asesinando a este último. Luego se comprobó que el supuesto violador no era tal. Igualmente lo importante no es esto, sino los fenómenos de violencia en masa.
Hace algún tiempo, vecinos de Palermo lincharon y lesionaron gravemente a una persona que había robado un celular.
Me podría seguir extendiendo, sin embargo, creo que estos ejemplos bastan para mostrar que la violencia no es un tema de Rugbiers , sino que puede habitar en cada uno de nosotros.
Sigmund  Freud ya nos advertía esto en 1927 cuando decía: “el ser humano no es un ser manso, amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a su dotación pulsional una buena cuota de agresividad. En consecuencia, el prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo”
Y agrega: “¿quién, en vista de las experiencias de la vida y de la historia, osaría poner en entredicho tal apotegma? Esa agresión cruel aguarda por lo general una provocación, o sirve a un propósito diverso cuya meta también habría podido alcanzarse con métodos más benignos. Bajo circunstancias propicias, cuando están ausentes las fuerzas anímicas contrarias que suelen inhibirla, se exterioriza también espontáneamente, desenmascara a los seres humanos como bestias salvajes que ni siquiera respetan a los miembros de su propia especie”
Es decir, sólo hace falta la chispa que haga explotar la violencia que habita en cada uno.
Casualmente el pasado lunes fue el día de conmemoración de las víctimas de la Shoa. (Mal llamado holocausto).
También fue violencia en masa. Millones de alemanes se identificaran al ideal de la raza Aria, se creyeron superiores y participaron o al menos justificaron brutales actos de violencia.
El ser humano, es decir el ser hablante, mantiene a raya sus pulsiones violentas, mediante la represión y la formación de inhibiciones que proviene de esa instancia que en psicoanálisis llamamos Ideal del Yo.  Basta que en el lugar del ideal pueda ubicarse una justificación de la violencia para que esta se desate.
Las masas funcionan de esta forma. Todos los miembros se identifican entre sí porque en determinado momento y lugar tienen el mismo ideal del Yo.  Por ejemplo, la misma camiseta de Fútbol que se defiende a muerte. El Otro, el que tiene la camiseta contraria es peligroso y su desaparición sería en propia defensa, lo que justifica el ataque de violencia.
Cualquiera que haya estado en una cancha de fútbol sabe que hay que tener fuertísimas amarraduras simbólicas para no participar de los cantitos xenófobos y violentos.
Voy sólo con dos ejemplos de los centenares que se pueden comentar: Las hinchadas contrarias a Boca cantan En el barrio de La Boca viven todos bolivianos, que cagan en la vereda y se limpian con la mano. Los sábados en la bailanta se van a poner en pedo, y se van de vacaciones a la playa del riachuelo. Hay que matarlos a todos mama, que no quede ningún bostero” Y la hinchada de Chacarita le canta a Atlanta, su eterno rival de Villa Crespo (Barrio judío de Buenos Aires) Ahí viene Chaca por el callejón, matando judíos para hacer jabón".
En los ejemplos de Comodoro Rivadavia o Palermo, citados más arriba, el ladrón de celular que representa todo lo Otro y el ideal de justicia y seguridad, justifican los atroces linchamientos.
En el genocidio Nazi, mencionado más arriba sólo por citar uno entre otros genocidios, el ideal de la raza superior permitió que millones de alemanes se identificaran en el odio a judíos, Gitanos, Homosexuales, Discapacitados, comunistas, etc.  Y que de esta manera justificaran el brutal exterminio.
En las redes, los damnificados por algún hecho de inseguridad, y con su enano fachista apenas más a flor de piel, no dudan en expresar públicamente que la culpa es de los extranjeros, y dirigirse a peruanos y bolivianos igual que cualquier Nazi con los judíos.
La violencia está en todos nosotros y sólo hace falta la chispa que la encienda.
Se habló en estos días en muchos medios del ataque en manada. Nada más falso. En los mamíferos superiores como leones o lobos, el ataque en manada está planificado por el instinto y el aprendizaje, y es una estrategia alimentaria. Nunca vamos a ver a la manada ensañándose con el cadáver, abandonarlo y ocultar las pruebas.
No se trata de manada, sino de masa. Ya comenté más arriba como se forma una masa por identificación al compartir el ideal. Ahora digamos que esos lazos de identificación suspenden toda inteligencia. El individuo en la masa pierde la inteligencia. No puede discernir cuáles son los límites.
Veamos por ejemplo masas más benignas, como aquellas que se forman por un ideal político y por amor al líder de ese partido. Ni bien se forma la masa, todo el bien y toda la razón están de mi lado y todo el mal y la mentira del otro. Se pierde la inteligencia, el otro es el enemigo,  hay que combatirlo y no reconocerle ninguna virtud.  Los últimos años en nuestro país nos mostraron mucho de esto, incluso llegando a la violencia en algunos casos, que me abstengo de comentar para no herir susceptibilidades.
Volviendo a los Rugbiers,  al comienzo yo mismo no pude sustraerme de la masa y esperaba una condena ejemplar.
Pero reflexionando más. ¿Para ejemplificar a quién? ¿Se trata de justicia o de venganza? ¿No son muchos los que están contentos porque van a una cárcel común y quizá los muelan a palos o los violen? ¿No hay una satisfacción de la propia violencia en la espera de una condena a perpetua?
En el derecho penal, la no comprensión de los actos es un atenuante en la condena, pero el ataque en masa es un agravante.¿Acaso, estar en masa no contribuye a la perdida de la razón?
En fin, no tengo respuesta a estas preguntas y no sé qué desenlace en la justicia sería lo mejor para la sociedad.  De lo que estoy seguro, que lo mejor para cada uno es no enceguecerse en el odio al Otro y reflexionar sobre la propia violencia, quizá así estemos advertidos cuando salte la chispa.
Escribo todo esto con el mayor de los respetos por la familia y los amigos de Fernando que sufrieron están pérdida irreparable. También pienso en estos chicos, que haya la condena penal que haya, tendrán que vivir el resto de sus vidas con las huellas de sus actos.






jueves, 21 de noviembre de 2019



Decimos no al golpe de estado que se perpetro en Bolivia y lamentamos profundamente los hechos de violencia que se desataron en Chile.

Condenamos este estado de cosas que tanto dolor trae a la población de uno y otro país.

Esperamos que el pueblo chileno sea escuchado en sus reclamos y que los actos que han acontecido sean fundantes de un realidad más justa.


domingo, 1 de septiembre de 2019

Diferencia entre machismo y patriarcado



                                                                                           Graciela Ruiz

La forma que adopta la militancia feminista en nuestros días es la evidencia de la pérdida de hegemonía del discurso amo que en las sociedades tradicionales estaban comandado por el nombre del padre.   No significa la remoción del discurso amo, se trata de una crisis de los significantes amos tradicionales que ocasiona  una deriva de las clasificaciones. Está por verse cuales de los nuevos significantes permanecerán como verdaderos. Como nuevos semblantes.
Por ejemplo, “la violencia de género” es un nuevo significante amo que fija un pedazo de real y ha adquirido una dimensión de verdad considerable. La deriva abierta de categorías nuevas de identidades sexuales también va aportando nuevos significantes[1]. Son modificaciones históricas del discurso amo que el psicoanálisis constata en las ocurrencias de la palabra de los analizantes.[2]
Para precisar el real en juego en los fenómenos de violencia hacia la mujer, no debe ser considerado el machismo como una expresión del patriarcado. Por el contrario, las manifestaciones llamadas machistas se ubican en los límites del discurso como efecto de la vacilación del semblante que es su agente. Ya sea en los “pasajes al acto” o en los “acting out”. En estos últimos, el semblante sube a escena y se propone como ejemplo, da a ver hace una mostración,  justamente de aquello que el sujeto no tiene, ostenta lo que no tiene, un semblante verdadero de autoridad.




[1] Transgenero, trans,transexual,andrógino,androgynous, neutrois, dos espiritus,no binario, género variante, fluido…….
[2] Brousse Marie Hélène. “El nuevo feminismo lacaniano” Blog Nel. Medellin.

lunes, 19 de agosto de 2019

Crímenes pasionales


La expresión “crímenes pasionales” se originó en el reconocimiento superficial de que las peleas originadas aparentemente por causas como celos, abandonos y desamor o sea por el amor y el odio, podían terminar con estos resultados. En los últimos años se ha cuestionado este concepto a raíz de suponer una cierta justificación de la violencia ya que algo bueno como la pasión del amor termina en el pasaje al acto criminal. El perfil del hombre amante de su mujer que se descontrola frente a la evidencia de la infidelidad no molesta mucho al espíritu machista. Algún tango puede dar cuenta de ello. Para conmover  esta naturalización  de los hechos, se comenzó a utilizar el término violencia de género. Pero el gran manto explicativo del “género” no aporto muchos recursos para acercarnos al real que está en juego. No es conveniente ocultar la cara estragante del amor, tampoco desconocer que el amor y el odio van juntos. Si nos animamos a saber un poco más de lo que estamos hechos y no tratamos de ignorar aquello que está ahí, tenemos más posibilidades de no ser sorprendidos desprevenidamente. Las mujeres deben poder interpretar y calcular la continuidad  entre la conducta amorosa  pasional extrema y el acto violento. Y porque no, también interrogarse acerca de  la dificultad de separación de ese hombre. ¿Cómo colma su ser verificar que el otro no puede vivir sin ella?  Si,  la pasión del neurótico es  justificar su existencia, lo sorprendente pero no menos real  es preferir la injuria a la indiferencia.

                                                                                    Graciela Ruiz

domingo, 28 de julio de 2019

Amor y odio como paradoja del sujeto

El poder del amado                                                                                                              El amor y el odio pueden anudarse por medio de la castración que implica el amor. El amante asume la castración, es el que no tiene, y el amado esta completo. El amado sustenta un poder sobre el amante. Estas posiciones son móviles, el amante aspira a ser amado, es decir a hacer surgir la falta en el otro. Así se anudan el amor y el odio, el odio aparece porque se revela el deseo de castración que implica el hecho de ser amado.  El obsesivo puede responder con odio al amor, porque advierte el deseo de castrarlo. El poder de la amada sobre él le despierta odio. El odio femenino con el hombre es justamente porque no deja surgir la falta en él.[1]  Miller comenta que los hombres que quieren a las mujeres son los que no temen presentarse en falta y son tanto más varoniles cuanto más amantes, asumiendo la castración y no preocuparse de ser amado.  Justamente la posición que se espera del padre, el padre tiene derecho al amor si esta père-versement (perversamente) orientado, es decir hace de una mujer, objeto “a” que causa su deseo[2]. Se trata de la transmisión del agujero de la castración. 



[1] Miller J.-A.(2006), “Introducción a la clínica lacaniana” Conferencias en España. Pág 301,302,303.Barcelona
[2] Lacan J.:”RSI”Seminario 22, inédito. Clase del 21 de Enero de 1975.

domingo, 21 de julio de 2019

Así se inicia el articulo, Amor-odio como paradoja del sujeto

Amor - odio como  paradoja del sujeto.[1]                              Graciela Ruiz

Si no fuera porque te odio te abrazaría”[2]                                                                             

No se conoce amor sin odio y esto ha sido explicado de diferentes maneras. 
“Ambivalencia”, termino  Freudiano para nombrar la convivencia del amor y el odio. 
 Freud observa que la primera de las pulsiones sexuales es incorporar o devorar, una modalidad del amor coincidente con la destrucción del objeto, apenas diferenciable del odio. 
En la problemática del odio y del amor debemos incluir al  “yo”. El “amar” se instala en el vínculo del  placer del yo con el objeto y se fija en los objetos que satisfacen las necesidades de las pulsiones sexuales sublimadas.[3]
El odio es primero y esta en el rechazo inicial al mundo exterior que funda la constitución del yo. El odio y lo pulsional se nutren recíprocamente.
Con las primeras enseñanzas de Lacan  entendemos que la fuerza pulsional, más la formación del yo a partir de  la imagen,  revelan el origen narcisista del  amor y la tensión agresiva con el semejante, como efecto imaginario. 
Ya en ese momento Lacan escribe[4] sobre “la agresión suicida del narcisismo”. La tendencia suicida, expresada en el mito de narciso, yace en lo que se supone el amor a sí mismo. No le es ajeno al amor la destrucción del objeto amado.                                                    





[1] El titulo remite a articulo de Eric Laurent.  Lacaniana 26. pág 102
[2] Dicho de una sujeto en análisis.
[3] Freud,S. (1976)” Pulsiones y  destinos de pulsión”Obras Completas, T. XIV .pág 132.Bs.As. Amorrortu.
[4] Lacan. J.(2003) “Acerca  de la causalidad psíquica” Escritos 1. Bs.As. Ed. sigloXXI. Pág 177

martes, 9 de julio de 2019

...calculada solución al letargo emotivo.



¿Será la violencia hard la expresión de lo pulsional rechazado por esta sociedad tamizada?
En la novela Noches de Cocaína escrita por James Ballard encontramos el desarrollo de este planteo. Se nos presenta un ámbito con el estilo más cool posible. Se trata de los condominios lujosos del ocio obligado, donde irrumpen fuera de toda necesidad, de todo objetivo aparente hechos de violencia, incendios, asesinatos, prostitución, accidentes provocados. Estos hechos delictivos son realizados por una persona consciente del efecto que producen: “despertar” a un sentimiento de comunidad, de interés colectivo, de movilización que activa y desplaza la indiferencia generalizada. El crimen es una calculada solución al letargo emotivo”[1]
Este efecto de la violencia como despertar, se encontró en sujetos que delinquían no por una causa económica, sino para salir de un sopor existencial insoportable. 


                                Del articulo “Ficciones que alojan la violencia” de Graciela Ruiz


[1] Cohen Marcelo,  “Cocaína, psicoanálisis, delito, literatura y neoliberalismo”. Revista  “El perseguidor” Nº 8, (2000-2001) p.68.